Filósofo y economista español.
Además de escribir y traducir, ejerce como profesor, consultor, conferenciante y mentor.

- febrero 25, 2025
Exposición inicial de la conferencia impartida en el IESE
La cultura de nuestras sociedades abiertas ha sido descrita como «individualismo expresivo». Ponemos en el centro de la vida personal, social y de las organizaciones la búsqueda de la felicidad, y no admitimos que el camino nos venga marcado por exigencias exteriores. Esto nos parece obvio, y tiene desde luego efectos benéficos, pero nos ha hecho perder el norte: la búsqueda del bien, como elemento sustancial de la ética, y el correlativo sentido del honor. Las consecuencias están a la vista: soledad, desafección política, falta de sentido del compromiso en las organizaciones, problemas de salud mental. ¿Realmente hay diferencia entre el bien y la felicidad? ¿Cómo debemos entender la relación entre la felicidad y el bien moral? ¿Acaso se trata de ser infelices?